Vania

La historia de Vania refleja el dolor, el miedo y la incertidumbre que viven los gatos comunitarios y sus cuidadoras. Tiene casi 10 años y su mirada refleja cómo ha tenido que sobrevivir todo este tiempo. Y lo ha hecho gracias a los cuidados y la dedicación impagable de Maria Jesús, responsable de @somos_aranazos.

Vania vivía en una colonia controlada. Es madre de la mayoría de gatos que allí había. Siempre se resistía a caer en la jaula trampa para poder esterilizarla.
María Jesús, gestora de dicha colonia, fue agredida físicamente por una de las vecinas que viven cerca. A pesar de tener permiso del ayuntamiento para su alimentación, esta persona no tuvo miramientos. Por ese motivo, tuvo que cambiar ese punto de alimentación y trasladarlo junto a los gatos a una zona próxima.

Vania definitivamente se quedó a vivir en el jardín de al lado. A diferencia de los demás gatos, ella nunca se resguardaba del frío, de la lluvia ni del calor.
Los refugios que María Jesús ponía no duraban ni un día, aparecían destruídos apenas los dejaba puestos. Pero entre toda esa maldad…Vania cada vez se acercaba más a ella.

Un día de mucha niebla fue a ponerle comida por la mañana y allí estaba ella, agazapada con el pelo escarchado. María Jesús creyó que estaba muerta. Ese fue el día que decidió que había llegado la hora. Tenía que sacarla de la calle. Costó mucho que entrara en la jaula trampa y al final prácticamente la metió ella.
Y allí, un 21 de diciembre, María Jesús tuvo su premio de la lotería anticipado.

Al sacarla de la calle, Vania cambió completamente. Estuvo en casa de unos voluntarios de la asociación para poder tenerla controlada tras las visitas al veterinario. Descubrieron que Vania no solo se deja acariciar sino que cuando la acaricias te levanta el culete para que sigas sobándola. Come con los humanos delante, le gusta la compañía del otro gato que vive en la casa, etc.

Ella ha demostrado que quiere y que puede estar en un hogar. Ha descubierto que los humanos le gustan y que no quiere ni acordarse de la calle.

Y vamos a hacer todo lo posible para que esta abuelita sea feliz. ¿Nos ayudas a encontrarle un hogar seguro con una família responsable?