A veces los amantes de los animales no nos conformamos con tener una mascota, o bien tenemos uno y queremos otro porque es beneficioso para ambos y se tienen como compañeros de juegos, o bien tenemos dos y algún caso especial de adopción nos llama la atención y podemos ayudarle y darle un hogar o tenemos perros y queremos tener un gato, son multitud de ejemplos pero todos llevan las mismas pautas.
Primero debemos ser consecuentes y estudiar un poco la situación, tenemos que adoptar gatos que puedan convivir con otros gatos o con perros, esto nos lo dirá la organización donde adoptemos al animal. Se dan casos que no son aptos, o bien porque a causa del abandono tenían peleas con los demás gatos de la calle o bien sufrieron un ataque de perro o simplemente hay gatos que no les gusta estar en compañía y son felices así.
Todo animal que sufre un abandono o un maltrato lleva consigo todo ese mal recuerdo y a veces les es incompatible convivir con más animales.
El segundo paso es como dijimos en el blog anterior, prepararles un sitio tranquilo en la casa, para que cojan confianza con su nuevo hogar, pero además le añadiremos un pequeño punto más, la estancia deberá tener el acceso cerrado a los otros animales.
Es una especie de cuarentena, en esos días. Ya sea cerrando la puerta o bien poniéndole alguna malla o red, que ni el gato adoptado salga de la habitación, ni los animales de la casa puedan acceder a donde está el gato.
De esta manera conseguimos que empiecen a relacionarse con el olfato y día a día se vayan familiarizando todos. En el caso de cerrar la puerta, deberemos tener varios minutos a lo largo del día el deber de ir abriendo la puerta, para que tengan visión los unos de los otros y su olfato empiece a asociar olores, siempre bajo supervisión.
Casi todos los animales son reacios a aceptar al recién llegado con ilusión, alegría y juegos, contando que el recién llegado tiene tantos cambios en un corto periodo de tiempo que le crea inseguridad y pasa a modo defensivo.
Más o menos y aproximadamente el tiempo de aceptación suele estar entre 3 o 4 semanas. Siempre hay variantes, que el gato adoptado este acostumbrado a vivir con mas animales porque haya compartido estancia en la protectora con mas animales o bien porque los animales que tengamos en casa no sean tan territoriales.
Volviendo a las pautas de que con amor, cariño, dulzura y paciencia, veras que una convivencia es posible y habrás ganado en ver como disfrutan todos juntos.