Pegaso

Pegaso entró en la protectora, con solo 8 meses de edad, en un estado deplorable: desnutrición severa que le causó carencias graves en el crecimiento, grave parasitación interna y externa, heridas y úlceras en la piel por todo el cuerpo, malformaciones en extremidades, anemia, y, al poco tiempo de estar aquí, descubrimos que era sordo. Con personas es un amor de perro, cariñoso y atento. Con otros perros puede convivir perfectamente, de hecho está en un patio con tres perretes más, pero a veces le cuesta compartir comida con ellos. En el paseo no tira de la correa y está acostumbrado a llevar bozal. Es positivo en Leishmania, pero tiene la enfermedad controlada gracias a una medicación diaria. Desde el equipo de comportamiento ofrecemos asesoramiento y pautas de convivencia a los adoptantes para facilitar su adaptación a la nueva familia. Por razón de su raza, necesita seguro y licencia para Perros Potencialmente Peligrosos.